Los límites del aprendizaje individual
Decimos que una “organización aprende” cuando se da una co-evolución y crecimiento simultáneos de la propia organización y de cada uno de sus miembros. Esto es conocido como “aprendizaje organizacional”.
Si bien el “aprendizaje individual” es un componente del “aprendizaje organizacional”, este último no es la suma de los aprendizajes individuales de los miembros de una organización. Son dos conceptos distintos.
Veamos una experiencia real. En un taller de inteligencia emocional con los jefes de departamento de una empresa, detecté que muchos de ellos ni siquiera se conocían. No había comunicación interdepartamental. Conseguimos muchas mejoras individuales, pero no organizacionales, que era lo que buscaba la dirección.
Esto se debió a que la dirección derivó a la esfera individual la solución de un problema organizacional. La falta de comunicación es el síntoma, y no la causa, de que algo no funciona en la organización.
Entendida la situación, la dirección apostó por un proyecto para que se diera el “aprendizaje organizacional”. Ahora los jefes de departamento identifican mejoras y las implantan de manera continua. La co-evolución es un hecho: individuos y organización crecen y aprenden simultáneamente.