Un equilibrio delicado
En el 62% de las empresas de Fortune 500, el CEO es también el Presidente del Consejo. Son conscientes de su inmenso poder. En general admiten poco o ningún desacuerdo con lo que piensan. Parece que todo lo hacen bien.
El profesor James Westphal de la Universidad de Michigan investigó esta cuestión. Demostró que los miembros de un Consejo que discrepan de las posiciones del Presidente, son ignorados y rechazados por los otros miembros y por el propio Presidente.
Hace algunos años, el Propietario/Presidente del Consejo/CEO de una empresa me contrató, para que mejorara el rendimiento de su equipo directivo. La concentración de poder era absoluta, como en los casos mencionados de las empresas Fortune 500.
Tras varias sesiones con los directivos, elaboré mi diagnóstico. El Propietario/Presidente/CEO no admitía discrepancias. Le expuse que su equipo directivo se limitaba a cumplir sus órdenes.
De inmediato reunió a su equipo directivo. Alzando la voz, cuestionó su profesionalidad, porque nunca le llevaban la contraria. Por supuesto ninguno abrió la boca.
Seguí trabajando con él. Era lo que realmente había que cambiar.